Resumen
Desde la crisis de octubre de 2003, mejor conocida como la “guerra del gas”, el sistema político boliviano ha sido sacudido por dos movimientos: por una parte, el movimiento rural campesino-indígena, encarnado por el líder cocalero y actual presidente Evo Morales y, por otra, el movimiento regionalista, encabezado por las élites de los departamentos orientales. A partir de dos trabajos de investigación sobre la conflictividad y las nuevas configuraciones políticas en Bolivia, desde la elección de Morales, este artículo se propone dar cuenta de las múltiples expresiones político-organizacionales generadas por nuevas formas de territorialidad, como resultado de las demandas sociales y de las recientes reformas institucionales y normativas a lo largo de la última década. Desde estas miradas cruzadas, con bases empíricas y perspectivas analíticas, tanto los movimientos regionalistas como los movimientos indígena-campesinos, muchas veces considerados fenómenos diametralmente opuestos e incluso mutuamente reactivos, aparecen como el resultado de un proceso paralelo y entrecruzado de reconfiguración territorial, a partir de un alejamiento del ámbito nacional y de la política partidaria, y de un retorno hacia lo local, donde un nuevo vínculo entre identidades y territorios se alimenta y prospera.En todos los casos los autores conservan los derechos morales como lo establece la ley y ceden a la revista los derechos patrimoniales de los artículos publicados, que se registrarán bajo la licencia de Creative Commons, la cual permite al autor y a terceros utilizar lo publicado siempre y cuando se cite correctamente la autoría del trabajo y de la primera publicación que fue realizada por la revista. Del mismo modo, deberán de incluir una liga que remita al sitio de la publicación original. Trace podrá publicar los artículos en formatos físicos y/o electrónicos, inluido internet.
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