Resumen
El círculo de los perpetradores de la violencia ligada al tráfico de drogas en México es relativamente extenso. Más allá de un grupúsculo de mercenarios desalmados, entre los causantes de la violencia actual, hay un grupo de perpetradores de bajo rango, se trata de personas “comunes y corrientes” que, bajo la influencia de las circunstancias inéditas en las que viven en la actualidad, cometen actos que en situaciones ordinarias no harían. Esto quiere decir que en el escenario presente dejaron de operar ciertas restricciones morales que antes disuadían a miles de mexicanos de ponerse al servicio de los actos de violencia. En este artículo se exploran los elementos que han contribuido a transformar el horizonte ético de algunos perpetradores y, para tal fin, se examinan los procesos que llevan a los individuos a participar en actividades ligadas al tráfico de drogas. A partir del análisis de dichos procesos, se cuestiona si hay elementos para mitigar la responsabilidad moral de estos criminales, y si un esquema punitivo que atribuya responsabilidad criminal es el más apropiado para hacerles rendir cuentas.
Palabras clave
narcotráfico, violencia, responsabilidad moral y penal